Los viñedos de Clos de Lôm se caracterizan por un clima continental con influencias mediterráneas, lo que da como resultado vinos con una acidez más alta, que reflejan una personalidad característica de la comarca donde estamos ubicados.
Se trata de un área de transición entre el mar y la montaña.
El balance entre la distancia del mar, el secano estricto, los suelos arcilloso-calcáreos, en su mayoría, junto a la altitud del terreno, que supera los 550m de media, convierten a la zona en un espacio perfecto para el cultivo de la viña.
Nuestra finca disfruta de un microclima muy particular, donde los inviernos son fríos y largos y calurosos veranos.
Durante la época de maduración, el racimo está expuesto a una amplitud térmica muy marcada, lo que beneficia en una mayor riqueza de compuestos fenólicos y por ende favorece la elaboración de vinos con mayor estructura.